Trastornos del Sueño

No tenés que luchar contra esta afección de salud mental: hay ayuda disponible.


Los trastornos del sueño se caracterizan por una frecuente incapacidad para lograr un sueño de buena calidad. Si tenés un trastorno del sueño, normalmente te resultará difícil conciliar o permanecer dormido y no podrás sentirte fresco/a ni descansado/a al día siguiente.

La forma más común de trastorno del sueño es el insomnio, definido por la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño como la "incapacidad para iniciar o mantener el sueño o para obtener una buena calidad del sueño a pesar de las oportunidades adecuadas para hacerlo, acompañada de importantes consecuencias diurnas por la falta de sueño".

Si descubrís que tus problemas de sueño son cada vez más frecuentes y tienen un impacto perjudicial en tu capacidad para funcionar en el día a día, es posible que hayas desarrollado un trastorno del sueño y necesités terapia experta.

¿Qué es un trastorno del sueño?

Un trastorno del sueño ocurre cuando tu patrón rutinario de sueño se ve alterado hasta el punto de que su salud física y mental en general puede verse afectada. Los trastornos del sueño son comunes: alrededor del 6% de los adultos, o más de 3,5 millones de personas en Argentina, afirman sentirse somnolientos durante el día.

Si bien es perfectamente normal experimentar un sueño inquieto de vez en cuando en relación con el estrés y las tensiones de la vida moderna, como la preocupación por una reunión o un examen importante al día siguiente, tener dificultades para dormir regularmente por la noche y despertarse sintiéndose excesivamente cansado es una cuestión más grave.

Intentar funcionar en el trabajo cuando tenés cantidades limitadas de energía puede volverse cada vez más frustrante y debilitante, afectando tu capacidad de concentración durante las tareas cotidianas. Esto puede provocar accidentes, deterioro del rendimiento laboral e incluso generar tensión en sus relaciones.

A pesar de sentirte agotado por la noche, un trastorno del sueño como el insomnio puede impedir conciliar el sueño. Esto conduce a una disminución de la energía y a una incapacidad para manejar el estrés, lo que puede aumentar las posibilidades de dormir mal por la noche. Por lo tanto, puede resultar difícil romper el ciclo de una rutina de sueño poco saludable. 

Al observar los síntomas y los patrones de sueño, así como al analizar las posibles causas subyacentes de la falta de sueño, podés comenzar a mejorar tu calidad de vida y obtener el descanso que necesitás para funcionar correctamente durante el día.


Signos y síntomas de un Trastorno del sueño.

Si bien el sueño es un fenómeno subjetivo, cada uno de nosotros necesita diferentes cantidades de sueño cada noche para funcionar eficazmente. Las investigaciones muestran que las personas que regularmente duermen menos de 3,5 horas por noche probablemente experimenten consecuencias negativas como resultado de la falta de sueño. La terapia y el tratamiento integrales pueden ayudar a mejorar esto.

Síntomas Físicos

  • Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, a menudo relacionada con afecciones físicas como dolor o apnea del sueño.
  • Patrones de respiración inusuales: indicativos de trastornos como la apnea del sueño.
  • Impulsos inusuales o desagradables de moverse mientras se queda dormido, a menudo un signo de SPI.
  • Cambios involuntarios en su horario de sueño/vigilia: podrían indicar trastornos del ritmo circadiano.
  • Sueño interrumpido: puede deberse a molestias físicas, como una cama incómoda.
  • Despertarse temprano en la mañana y no poder volver a dormir puede deberse a problemas de salud física.
  • Despertarse cansado y sin sentirse renovado, a menudo como resultado de un sueño de mala calidad debido a alteraciones físicas.

Síntomas Psicológicos

  • Fatiga y somnolencia diurnas: pueden estar relacionadas con el estrés psicológico o los trastornos de salud mental.
  • Fuerte necesidad de tomar siestas durante el día, a menudo una respuesta a la fatiga psicológica.
  • Movimientos inusuales u otras experiencias durante el sueño: pueden incluir sonambulismo o pesadillas, a menudo relacionadas con factores psicológicos.
  • Irritabilidad o ansiedad: comúnmente asociada con aspectos psicológicos de los trastornos del sueño.
  • Rendimiento deficiente en el trabajo u otras actividades, a menudo como resultado de impactos cognitivos debidos a alteraciones psicológicas del sueño.
  • Falta de concentración e indecisión: pueden deberse a la fatiga mental debido a la interrupción del sueño.
  • Depresión: a menudo causa y efecto de los trastornos del sueño
  • Aumento de peso: puede estar relacionado con el estrés psicológico y los cambios de humor y comportamiento
  • Estar despierto la mayor parte de la noche, a pesar de querer dormir, puede verse influenciado por condiciones psicológicas como la ansiedad o la depresión.
  • Luchar para completar las tareas diarias y productividad reducida, a menudo como resultado del agotamiento psicológico.
  • Agitación: puede ser una respuesta psicológica a la falta crónica de sueño


Causas de un trastorno del sueño

El sueño puede verse afectado por una variedad de factores, incluidas las influencias ambientales y la salud física y mental en general. Lo siguiente puede aumentar la probabilidad de que desarrolles un trastorno del sueño:

  • Problemas de salud mental existentes (por ejemplo, depresión, estrés, trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático. (TEPT), ansiedad)
  • Ciertas condiciones de salud física. (por ejemplo, condiciones respiratorias, dolor crónico, artritis)
  • Ciertos medicamentos. (por ejemplo, medicamentos esteroides, medicamentos para la epilepsia y la presión arterial, ciertos antidepresivos)
  • Mal ambiente para dormir.
  • Rutina de sueño inconsistente.
  • Siesta durante el día.
  • Trabajo por turnos.
  • Fumar cigarrillos, especialmente por la noche.

    Se cree que alrededor de la mitad de los adultos mayores de 65 años presentan síntomas de un trastorno del sueño. Esto podría deberse a que su cerebro se está adaptando a la vejez, o a tener en cuenta el hecho de que puede experimentar una mayor cantidad de problemas de salud y dolores generales, lo que podría provocar una peor calidad de sueño en comparación con cuando era más joven

Tratamiento de los Trastornos del sueño en Equidad Clinica

Si crees que vos o alguien que conocés puede estar sufriendo un trastorno del sueño, es importante que sepa que no está solo/a y que el primer paso más importante es buscar apoyo. Contamos con varios terapeutas expertos que cuentan con experiencia en el tratamiento de los trastornos del sueño.

Nuestro equipo reconoce que todas las personas experimentan el insomnio y los trastornos del sueño de maneras únicas. Es por eso que desarrollamos programas personalizados para abordar los desafíos de una manera que genere los mejores resultados posibles.

El primer paso en tu viaje será recibir una evaluación detallada, que ayudará al especialista asignado/a a determinar si tus problemas de sueño están influenciados o causados ​​por otras condiciones coexistentes que puedan necesitar tratamiento. Tu especialista podrá entonces dirigir el tratamiento de acuerdo con tus necesidades específicas.

Como siguiente paso, el equipo terapéutico te enseñará cambios simples de comportamiento y estilo de vida que podés realizar para mejorar tu capacidad de lograr un sueño constante y de buena calidad. Estos cambios pueden incluir medidas de higiene del sueño y ejercicios de relajación regulares. Estos pasos son vitales para una buena gestión del sueño, ya que las personas deben desempeñar un papel activo en su terapia y tratamiento para mantener el progreso.

En Equidad Clinica también utilizamos la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) como medio para abordar los síntomas asociados con los trastornos del sueño y abordar cualquier problema subyacente. La TCC se usa ampliamente en la terapia de los trastornos del sueño y funciona abordando los conceptos erróneos, las actitudes y los comportamientos disfuncionales que pueden estar contribuyendo a tu trastorno del sueño, antes de ayudarte a ver las situaciones de manera más saludable. Se ha descubierto que esta técnica es muy eficaz como medio para ayudar a las personas a lograr un patrón de sueño constante y mejorar su salud y bienestar.

Cuatro formas en las que podés mejorar tu sueño

Cuando vivís con un trastorno del sueño, es importante que tengas ayuda y orientación profesional para saber controlar tus niveles de estrés, además de integrarte a un programa de tratamiento para tratar afecciones de salud mental subyacentes, como ansiedad o depresión, que pueden estar causando que tengas dificultades para dormir.

A pesar de esto, mantener una rutina positiva durante el día y la hora de acostarse puede garantizar que continúes libre de los síntomas de un trastorno del sueño y puedas vivir una vida más saludable.

A continuación, te compartimos cuatro cambios en el estilo de vida que podés realizar y que pueden mejorar tu calidad de sueño y bienestar general:

1) Horarios de sueño regulares: una de las mejores formas de mejorar los síntomas de un trastorno del sueño es asegurarse de acostarse y despertarse a horas similares. Quedarse despierto hasta tarde con regularidad o despertarse a diferentes horas cada día puede hacer que sea más difícil programar tu cuerpo para conciliar el sueño y permanecer dormido el tiempo suficiente para sentirse renovado y lleno de energía al día siguiente.

2) Crear un ambiente relajante para dormir: la habitación donde dormís siempre debe ser lo más cómoda posible para lograr un sueño de buena calidad. Tener mascotas en la habitación puede ser perjudicial si se mueven con frecuencia mientras intentás descansar, en tanto que la temperatura, la luz y los niveles de ruido deben controlarse para permitirte descansar sin distracciones. También es importante que no estimules demasiado tu cerebro antes de dormir, incluyendo interactuar con tu teléfono o mirar televisión.

3) Hacé ejercicio con regularidad: si bien puede que el ejercicio no parezca afectar directamente tu capacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido/a, el ejercicio regular, como andar en bicicleta, nadar o caminar, puede ayudar a reducir el estrés y liberar sustancias químicas "felices" en el cerebro conocidas como endorfinas. Las propiedades relajantes musculares de las endorfinas pueden ayudar a reducir la tensión y la preocupación, que podrían impedirte descansar lo suficiente. Sin embargo, tratá de evitar hacer ejercicio antes de acostarte, ya que puede resultar demasiado estimulante.

4) Ser creativo: si te gusta expresar tus pensamientos más íntimos escribiendo, dibujando o tocando un instrumento, esto puede ayudar a reducir el estrés asociado con el trabajo o las relaciones personales que pueden causar problemas con el sueño. Anotar tus preocupaciones y hacer un plan para el día siguiente también puede evitar que pienses demasiado durante la noche, lo que puede impedirte conciliar el sueño.