Pensar fuera de la caja es fácil. ¡Usa el pensamiento divergente!
¿Qué entendemos por «pensar fuera de la caja»? Seguro que conoces la expresión inglesa «think outside of the box». ¿Por qué parece que nos cuesta tanto trabajo hacerlo? Para pensar fuera de la caja necesitas romper con tus paradigmas, poner tus esquemas mentales patas arriba y buscar nuevas ideas hasta debajo de las piedras. Pensar fuera de la caja es fácil. ¡Sólo tenes que proponértelo! Para el psicólogo maltés Edward De Bono, el pensamiento lateral es una nueva forma de mirar el mundo y de hacer las cosas. Divergente y lateral son dos formas de pensamiento que te ayudarán a lograr cosas extraordinarias. Descubrí en que consisten.
¿Qué es el pensamiento divergente?
Según el psicólogo americano J.P Guilford, el pensamiento divergente es algo diferente a la creatividad. Lo usamos cuando generamos múltiples alternativas a partir de una información dada.(Romo, 1987). Pensar de manera divergente es explorar nuevas posibilidades alejadas de lo que normalmente pensaríamos. Con libertad y ¡Sin filtro!
Nuestro sistema educativo favorece el pensamiento convergente. Este busca la solución entre varias alternativas. Es reflexivo y analítico. ¿Te suena, verdad? El divergente, en cambio, es una forma inventiva y original de buscar múltiples respuestas ante una incógnita o reto. Ambas formas son necesarias y se complementan entre sí.
La técnica de brainstorming o reunión creativa es un ejemplo muy conocido de este tipo de pensamiento. Consiste en generar todas las ideas posibles libremente, sin juzgarlas ni censurarlas. Todos tenemos esta capacidad, pero no la ponemos en práctica. ¿Pánico escénico?¿miedo de que nuestras ideas no sean suficientemente buenas? No necesitas ser ningún experto para pensar de forma divergente. ¡Todos lo hacemos!
¿Cómo son los adultos sorprendentemente divergentes?
Los adultos «más divergentes» suelen tener un alto rendimiento y son innovadores en sus tareas. Se implican profundamente en las actividades y son bastante independientes y capaces de regular su propio trabajo. Perciben las diferentes caras de cada situación. Si se lo proponen, pueden hacer grandes aportaciones en su entorno social ya que poseen un alto nivel de autoconfianza. Disfrutan con los retos y son capaces de implicar y de entusiasmar a otros con sus proyectos. Sirven de ejemplo ya que encuentran nuevos caminos para resolver los problemas.
¿Qué es el pensamiento lateral?
El psicólogo y estudioso de la creatividad Edward De Bono introdujo este término cuando buscaba una alternativa complementaria al pensamiento lógico. Estudiamos para saber la verdad. Y… ¿cuál es esa verdad? Lo cierto es que depende:»En Europa, influenciados por el pensamiento griego y por la religión judeo-cristiana, categorizamos la realidad en bueno y malo». De Bono amplía esta visión para añadir matices intermedios a nuestros esquemas mentales.
El pensamiento lateral es una forma imaginativa de resolver los problemas. Ni juzga ni valora. Nos libera del efecto restrictivo de las ideas anticuadas. Es una visión diferente de conceptos que hasta entonces considerábamos inmutables. Es decir, el pensamiento lateral niega la creencia generalizada de que lo que constituye un modelo útil es el único modelo posible.