Nuevas Formas de Trabajo: Cómo impactan en la Salud Mental de los Jóvenes

En pleno 2024 -y sobre todo luego de la pandemia- han surgido nuevas modalidades de trabajo a lo largo del mundo, pero más precisamente nos convoca ver lo sucedido en Argentina. 

Dentro del mercado del trabajo hoy encontramos 5 grupos: 

1) Trabajadores asalariados registrados. 

2) Trabajadores asalariados No registrados (No cuentan con derechos).

3) Cuentapropistas (O, mejor dicho, los que son "sus propios jefes" pero claro, también sus propios empleados...) acá encontramos emprendedores, o quienes hacen "changas". 

4) Desocupados.

5) Patrones.

Segun los últimos datos relevados del mercado laboral, los jóvenes de entre 18 y 25 años son mayormente trabajadores cuentapropistas y asalariados no registrados en su mayoría. La inestabilidad, la versatilidad de roles, la incertidumbre de no tener un salario fijo a final del mes, y el continuo crecimiento de la competencia para lograr conseguir un empleo que brinde un salario digno va aumentando de forma super rápida. Y eso trae consecuencias: 

1. Precariedad Laboral: Muchos jóvenes se encuentran en trabajos temporales, informales o con contratos precarios que no ofrecen estabilidad ni beneficios a largo plazo. Esto genera incertidumbre y dificulta la planificación financiera y personal.

2. Desempleo y Subempleo: La falta de oportunidades laborales adecuadas lleva a que muchos jóvenes estén desempleados o subempleados, es decir, trabajando en empleos que no corresponden a su nivel de educación o habilidades.

3. Brecha de Habilidades: Existe una desconexión entre las habilidades que los jóvenes adquieren en el sistema educativo y las que realmente demanda el mercado laboral. Esto hace que muchos no estén preparados para los trabajos disponibles.

4. Emprendimiento y Autoempleo: Ante la falta de empleos formales, muchos jóvenes optan por emprender sus propios negocios o trabajar de manera independiente. Sin embargo, esto también presenta desafíos como la falta de acceso a financiamiento, capacitación y redes de apoyo.

5. Discriminación y Exclusión: Algunos jóvenes enfrentan barreras adicionales debido a su género, origen étnico, orientación sexual o situación socioeconómica, lo que limita aún más sus oportunidades laborales.

6. Impacto de la Tecnología: La automatización y la digitalización están transformando el mercado laboral, eliminando algunos empleos tradicionales, pero también creando nuevas oportunidades que requieren habilidades tecnológicas avanzadas.




  • La discriminación tiene un impacto profundo y negativo en el bienestar emocional y mental de los jóvenes. Acá te explicamos algunos de los efectos más significativos:

1. Ansiedad y Depresión: Los jóvenes que experimentan discriminación a menudo desarrollan síntomas de ansiedad y depresión. La constante exposición a situaciones de exclusión y rechazo puede llevar a sentimientos de tristeza, desesperanza y ansiedad.

2. Baja Autoestima: La discriminación puede socavar la autoestima de los jóvenes, haciéndoles sentir que no son valiosos o que no merecen las mismas oportunidades que los demás. Esto puede afectar su confianza y su capacidad para enfrentar desafíos.

3. Estrés Crónico: La discriminación constante puede generar un estado de estrés crónico, que afecta tanto la salud mental como física. El estrés prolongado puede llevar a problemas de salud como hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

4. Problemas de Conducta: Los jóvenes discriminados pueden desarrollar problemas de conducta como una forma de lidiar con el dolor emocional. Esto incluye comportamientos agresivos, aislamiento social y, en algunos casos, abuso de sustancias.

5. Sentimiento de Injusticia y Desesperanza: La percepción de ser tratado injustamente puede llevar a un sentimiento de desesperanza y falta de control sobre sus vidas. Esto puede afectar su motivación y su capacidad para planificar y perseguir metas a largo plazo.

6. Impacto en las Relaciones Sociales: La discriminación puede afectar las relaciones sociales de los jóvenes, llevándolos a sentirse aislados o rechazados por sus pares. Esto puede dificultar la formación de relaciones saludables y de apoyo.

Estos efectos no solo afectan a los jóvenes en el momento, sino que también pueden tener repercusiones a largo plazo en su desarrollo personal y profesional. Es crucial abordar la discriminación y promover entornos inclusivos y de apoyo para mejorar el bienestar emocional y mental.