¿Por qué tener confianza es tan importante en nuestra vida?
No damos suficiente importancia a algo que sostiene nuestra pareja, nuestra familia, nuestra profesión y nuestra vida social. Sin confianza no existirían las relaciones de pareja, ni las empresas, ni la economía. La confianza es la base de la relación y comunicación padre-hijo, médico-paciente, profesor-alumno, empleador-empleado, etc. La confianza es necesaria, sin ella no podemos vivir
¿Qué es la confianza?
La confianza es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de sí mismo o de otra persona o situación. Es el fundamento de toda relación humana. Nadie puede caminar junto al otro sin tener la certeza de que puede confiar en él. Sin confianza es imposible avanzar y crecer.
Cuando hablamos de confianza, hablamos de transparencia. Para confiar en otra persona hace falta primero tener un conocimiento. Cuanto más se conoce, más confianza hay en una relación. Donde hay confianza se da una comunicación bonita y enriquecedora.
En las relaciones es muy importante cuidar mucho la confianza. Ésta siempre se tiene que basar en la libertad. La verdadera confianza existe cuando hay madurez en las relaciones humanas. Implica estabilidad, respeto, amor. Todos necesitamos que alguien confíe en nosotros. Quien confía en otra persona la hace crecer y contribuye a su felicidad.
Sin embargo, la realidad que encontramos cada día es que las personas traicionan nuestra confianza – y nosotros traicionamos la de los demás. Lo que creíamos seguro, nuestra ciudad, nuestros amigos, cambian con el tiempo. Incluso por desgracia, podemos haber sido traicionados por nuestra pareja o por nuestros familiares más queridos. Ganarse la confianza de alguien es una tarea difícil. Perderla es muy fácil.
La importancia de la confianza
La confianza es un factor clave en todos los aspectos de nuestra vida. Demandamos confianza en todas las actividades que realizamos, en todas las compras, en todas las inversiones, etc. Pero la confianza es algo que se gana poco a poco y se destruye en un segundo, es algo demasiado frágil. Pero si somos capaces de construirla y mantenerla, estamos logrando un gran éxito. Muchas personas tardan una vida en construir una reputación que se pierde en menos de una hora. La pregunta es si esto es algo inevitable o simplemente sucede así.
Podemos evitarlo, es tan simple y llano como evitar los problemas, mantener una ética que nos enorgullezca al final del día. Para muchas personas es complicado, vivimos en un mundo lleno de tentaciones, pero al final del día es necesario valorar lo efímero de las cosas que resultan tentadoras frente a las cosas que nos aportan confianza, o las personas que confían en nosotros.
No hay nada más humilde que reconocer que existen ciertas cosas en esta vida que no somos capaces de afrontar. Por ello, es fundamental ser muy honestos con nosotros mismos. Ser honestos con nosotros mismos nos puede tomar mucho tiempo, es importante saber qué imagen queremos dejar de nuestro paso por la vida. Tenés que pensar si para vos tu reputación es más importante que todo el dinero, que todas las tentaciones. Tenés que saber cómo queres que te vean las personas que más te importan en este mundo, que al final del día, valga la redundancia, son las más importantes.
Seguramente hayas trabajado mucho durante toda tu vida para hacer algo extraordinario en este mundo. Lo importante de todo esto es que mantengas tu consistencia, no dejes que nada ni nadie te engañen. Preparate para todo lo que venga. Es importante que recuerdes la importancia que tiene la confianza en todos los aspectos de esta vida.
Tipos de confianza
Pero, ¿qué tipos de confianza hay? A continuación te los explicamos con sus distintas características.
Confianza en los demás
La confianza en los demás es un fenómeno del que se suele hablar mucho en las relaciones interpersonales, especialmente aquellas de pareja.
Los seres humanos somos seres sociales, y por eso necesitamos a otros para vivir mejor y para gozar de un mayor bienestar psicológico y emocional. Tener relaciones cercanas da sentido a nuestra vida, y disponer de personas de confianza nos ayuda a ser felices.
Evidentemente, no podemos confiar en todo el mundo puesto que, en ocasiones, podemos toparnos con individuos que querrán defraudarnos, timarnos o aprovecharse de nosotros, pero especialmente en aquellas personas cercanas que nos han demostrado que podemos confiar en ellos, debemos darles un voto de confianza.
La confianza no es algo que venga de serie aunque algunos expertos piensan que es innata, al menos respecto a nuestros familiares, y cuando conocemos a alguien, uno debe ganársela. La sinceridad y la credibilidad son algunas variables que incrementan o no la confianza que podemos tener en otras personas.
Confianza en uno mismo o autoconfianza
La autoconfianza suele confundirse con la autoestima o el autoconocimiento, y pese a que están relacionadas, no son lo mismo. La autoestima es la valoración global que tiene una persona de sí misma, mientras que la autoconfianza se refiere a la valoración de uno mismo respecto a su capacidad para desempeñar una tarea y llevar a cabo un objetivo.
Es un concepto que está muy relacionado con el desarrollo personal, puesto que una autoconfianza alta permite superar los obstáculos que pueden ir surgiendo en el camino de un individuo a la hora de luchar por una meta. Cuando una persona tiene una autoconfianza elevada, está muy interesada en las tareas en las que participa porque se siente competente, ve los problemas como desafíos estimulantes, experimenta un compromiso elevado hacia sus intereses y actividades, y se recupera rápido de sus fracasos. Por suerte, la autoconfianza se puede trabajar y mejorar.
Falsa autoconfianza
En ocasiones, algunos individuos parecen mostrar una confianza alta cuando en realidad no confían en sí mismos. Esto es lo que se conoce como falsa autoconfianza.
Los sujetos con falsa autoconfianza a veces pueden llegar a convencerse de que confían en sí mismos aunque no sea así, e incluso pueden realizar autoverbalizaciones positivas hacia sí mismos, con frases optimistas. Es un tipo de autoengaño que no favorece para nada el desarrollo personal, y que permite a la persona evadirse del verdadero estado interno de autoconfianza que en muchos casos está detrás de la "máscara".